Friday, October 30, 2009

Carta a Maryser

Lo magnífico de Europa es que es multicultural, en un espacio reducido tienes al alcance muchas expresiones artísticas y culturales diferentes. Así cada lugar tiene una atmósfera única. Al preferir un lugar sobre los otros lo que se está haciendo es darle mas peso a un aspecto en particular. Como turista elijo París y Venecia porque allí lo que se hace es conocer lugares famosos, gente, la diversidad intelectual, la comida, y lo cosmopolita. Pero si quisiera vivir en Europa no elegiría esas ciudades, demasiada gente, muy comercializadas y caóticas. Para vivir escogería Luxemburgo o cualquier ciudad de Bélgica, son ciudades limpias, cultas, con poca gente pero cívica.

No esperaba demasiado de Austria, pero ya allá descubrí lo espléndido que está, Viena es la capital mundial de la música y la actividad cultural campea a lo largo de la ciudad, esta por ejemplo el palacio de Belvedere con unos jardines tan o más bonitos que los de Versalles en París, está ta,bién el museo de la Albertina que consta de muestras de arte contemporaneo todo el año, simplemente tomarse un café en cualquier lado es toda una experiencia. Aparte está Salzburgo que fue donde nació Mozart y alrededor de ello hay museos, tiendas y restaurantes a los largo rio Salzach.
Pero lo que estuvo tan bello que me pareció irreal fueron los pueblitos austriacos a lo largo del río Rin, están perfectos, no tienen ni patinada de mosca, parecen casas de muñecas del siglo pasado, y cada uno de los pueblitos tiene su festival y concurso de tomar cerveza.

Fue en Inglaterra donde tuve mas contacto con gente local, comí con una familia en Canterbury, ellos me invitaron a su mesa, estaban muy interesados en saber de donde era yo, cuando les dije que de México dijeron que envidiaban nuestra libertad, les contesté que qué libertad hay sin empleo y con inseguridad. Total que vi a Inglaterra mas como una mezcla entre lo nuevo y lo viejo y manteniendo la armonía, las calles de Londres en la noche son muy seguras y hay muchos bares muy fresas, con clase. Vi también muchos gays, muchos musulmanes en todos lados, muchos ferraris de juniors árabes. De día fui al centro y al Hyde Park que resultó ser muy familiar y agradable, muchas parejas derramando miel (pero no tantas como en París), se respira mucha mucha paz y convivencia pacífica, algo que en México o USA hace mucho que no veo. Claro que fui al Big Ben y a la plaza de Trafalgar, me faltó visitar la tumba de Karl Marx pero estaba muy lejos y ya no tenía mucho tiempo. Vale la pena ir a Inglaterra, y si es posible ir mas al norte a Escocia o Irlanda del Norte, creo que sería aún mas interesante para nosotros los latinoamericanos.

Friday, October 16, 2009

Perplejidad

En esa lucha por mantener la obscuridad lejos de mi, cada noche termino frustrado al darme cuenta de mi negrura.
Me obsesiona la luz que allana el camino, así andarlo y acercarme al activo brillo circunscrito en cada uno de los reflejos del río paralelo.
Sin tranquilidad, extraviado, la tormenta deforma el horizonte. Inocente mudo a otro cielo, dar con un nuevo camino que lleve a donde mismo.
La vereda abandonada, en mi memoria, no es ya tan gris ¿por qué he olvidado la rítmica, apaciguadora y asesina tormenta?
¿Qué actitud tomar ante el Sol cicatero? Cuando éste regatea la luz propia a su hijo por mantener su fulgor una fracción de tiempo mas. Me desagrada hasta dónde puede llegar la tacañería.
Después del exabrupto me digo "Él tiene mas experiencia que tú, no sabes en verdad que razones oculta, tu puedes ser el equivocado". Sé es malo por ignorancia , para que se de cuenta de cómo pierde a uno de sus hijos al condenarlo a un frío glacial ¿qué le hace falta saber al Sol?
Estoy satisfecho con el calor que me dió antes, Soles hay que quieren ser reverenciados por haber dado todo ¿pero no era su su papel en el orden de las cosas? ¿pedí acaso ser iluminado?
Puedo amar o no a mi Sol, pero que no espere un religioso y ciego amor cuando su luz incidió en mi en un ángulo muy agudo y me privó de tiempo, dirección, franqueza y ejemplo.
El Sol se venera no por su luminosidad sino por lo que se refleja de él.